El templo, que está asentado sobre una pirámide escalonada de 16 metros de altura se encuentra en el Estado de Chiapas en México. Pakal fue el rey maya que gobernó durante el Periodo Clásico, que tras ascender al trono, cuando sólo contaba con 12 años de edad. Sobre la enigmática losa se hallan tallados un conjunto de grabados muy particulares que han dado pie a innumerables enfrentamientos entre investigadores, antropólogos, astrónomos y arqueólogos entre otros. Estos enfrentamientos se deben, al parecer, a que los grabados de la losa representan a Pakal semi acostado y manejando lo que asemeja ser una especie de nave o cohete moderno. A partir de aquí comenzaron las especulaciones más peregrinas sobre la figura en relieve que aparecía en la lápida. De ella se ha dicho que reproduce la figura de un hombre con atuendo maya, en una posición semi acostada en una especie de silla con cinturón de seguridad y con los pies apoyados en unos pedales y controles al frente y una gran cantidad de tornillos, resortes, caños, tableros y palancas de mando. También, que en 1969 la NASA encontró 16 puntos coincidentes entre el dibujo de la lápida y el módulo de mando de una cápsula espacial contemporánea.
Entre estas coincidencias resultaría que:
En la nariz de Pakal se puede observar una especie de aparato que serviría como respirador y cumpliría la función del casco de un astronauta.
En la parte delantera se identifica un salpicadero de mandos con botones y palancas.tumblr_max8721Cpx1qbud6lo1_500
El cabello de este personaje se mantendría ingrávido, como el de un astronauta sin el casco.
– En la parte trasera de su vehículo se distinguen claramente las llamas producidas por las toberas de la nave.
Otras teorías afirman que únicamente representa a Pakal en un altar iniciando su viaje al inframundo, ya que según las creencias religiosas, los mayas creían en la existencia de tres mundos:
EL NIVEL DE LOS CIELOS O MUNDO DE ARRIBA:
Es lo que se muestra en la parte superior de la lápida donde se aprecia una criatura mitad serpiente y mitad pájaro sobre una cruz central. Esto representa el intermedio entre los cielos y la Tierra. Debajo de ella existen dos representaciones del Dios del Sol.
sentado en su descenso hacia el inframundo.
EL INFRAMUNDO O MUNDO DE LOS MUERTOS:
Sobre lo que se sienta el Rey Pakal es nada más y nada menos que el Monstruo de la Tierra, con su sombrero presidido por cuatro pétalos. La nariz del monstruo es la de un mono araña, que junto al signo KIN de su cabeza componen una clara referencia al Dios del Sol. Todo ello encaja en las fauces de dos serpientes descarnadas que sostienen la figura del Rey Pakal y la del Monstruo de la Tierra en su descenso al Mundo de los Muertos. Pero más allá de entrar en el debate de si lo que hay en las representaciones es un cohete o un simple altar, centrémonos un poco en el propio Pakal, ya que un velo de misterios lo rodea aparte de su supuesta conducción de maquinaria espacial moderna.
Es importante resaltar que los mayas tenían una visión de Pakal muy peculiar, ya que lo veían como un Dios o Semi Dios, además, su templo funerario es el único templo conocido en esta parte de América, en el que se ha encontrado en su interior una cripta con restos mortales, pues los mayas jamás levantaron templos en calidad de monumentos funerarios. Supuestamente, según teorías oficiales, Pakal falleció a los 80 años, después de 68 años de reinado. De ello cabría esperar haber encontrado unos restos óseos que encajasen con la descripción de un hombre anciano. Por el contrario, los restos aparecidos en el sarcófago real tras el hallazgo del Dr. Alberto Ruz Lhuillier, corresponden anatómicamente a una persona de unos 40 ó 50 años de edad, además de tener una talla muy por encima de la media que alcanzan los Mayas, como han señalado distintos análisis llevados a cabo por diferentes antropólogos, resaltando todos ellos que, los restos del difunto Pakal, corresponden a un varón robusto y bien proporcionado. Desde luego nada que ver con un anciano Maya octogenario.
La antigüedad de la tumba también podría ser cuestionada, pues en tumba-1el momento de su apertura la cripta se encontraba cubierta de estalactitas y estalagmitas. El proceso de formación de estos elementos geológicos es extremadamente lento, apenas unos pocos milímetros cada 1.000 años, por lo que cuesta imaginar su presencia en una cripta con una supuesta antigüedad de 1.300 años aproximadamente. Además la altura que tenía Pakal no era natural en los individuos mayas, ya que según los restos funerarios recogidos, tenía una altura de 1,70 metros y esto difiere totalmente con las características físicas del pueblo maya. Los antiguos Mayas eran personas que medían alrededor de 1,50 metros, lo que hace pensar que el hombre de Palenque no era Maya. Otra prueba de la identidad no Maya de Pakal es que como símbolo de belleza los Mayas se incrustaban piedras preciosas en los dientes, y éste mayre bcarecía de ellas.
La cantidad y calidad de las joyas encontradas daban una idea de la elevada alcurnia o posición social de quien allí yacía, manos delgadas, dedos alargados cubiertos de anillos, y su cráneo no se encontraba deformado, práctica usual entre los mayas. Los mayas enterrados en templos eran normalmente celebridades. No hay pruebas de la existencia de cacique, chamán o rey con tal descripción en ninguna inscripción de algún otro monumento Maya. La única explicación para interpretar servicios fúnebres de tal magnitud en este individuo es que él haya sido considerado como un dios o semidiós. En la autenticidad del conjunto concuerdan todos los arqueólogos americanos, recordando además que los análisis de datación realizados con las técnicas de carbono 14 sobre los restos óseos encontrados dieron una antigüedad de 2.000 años. Pakal poseía un avanzado conocimiento astronómico, conocía las órbitas de Marte, los movimientos de la Tierra y cruz de palenque podía predecir los eclipses lunares.
Debido a todos estos conocimientos y sus atípicas características que difieren completamente con las del pueblo maya, debió ser considerado como un Dios o Semi Dios. ¿Es posible que hubiese hecho viajes interestelares o que proviniese de algún linaje ancestral de descendientes de las estrellas? El “astronauta” de palenque es sin lugar a dudas, la piedra Rosetta de la arqueo astronomía, cuya proyección publicitaria se la debemos a Erich Von Daniken, cuyos postulados se encargó de diseminar eficazmente el prolífico Zecharia Sitchin. En resumen, la arqueo astronomía, o tesis de los antiguos astronautas que visitaron el planeta tierra en el pasado remoto, arguye que desde la época lacustre los extraterrestres nos visitan; es más, son quienes fundaron en el pasado nuestras más prosperas civilizaciones, que aún nos deslumbran con sus misterios.
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