lunes, 20 de abril de 2020

¿Y si llevaran miles de años observándonos desde los «cuasisatélites» de la Tierra?

Un investigador cree que deberíamos de explorar los cuasisatélites de la Tierra, ya que son el lugar ideal para instalar sondas extraterrestres espía

Los cuasisatélites orbitan de forma estable a la Tierra durante largos periodos de tiempo. El último de ellos, descubierto hace tres años, se llama 2016 HO3

El grupo más recientemente descubierto de cuerpos rocosos cercanos a la Tierra es un tipo concreto de los denominados "objetos coorbitales". Se trata de los "cuasisatélites", una serie de rocas espaciales que trazan, como lo hace la Luna, órbitas estables alrededor de nuestro planeta y que nos acompañan en nuestro periplo alrededor del Sol. Por ahora, se conocen nueve cuasisatélites de la Tierra, pero su número podría ser muy superior.



Según un artículo recién publicado en The Astronomical Journal por el investigador James Benford, estos pequeños cuerpos, oscuros y difíciles de estudiar, resultan ser especialmente adecuados para inteligencias extraterrestres que quieran tener vigilada a la Tierra. Y el lugar ideal para ubicar sondas "espía", que podrían estar instaladas ahí, observándonos, desde tiempos inmemoriales.



Se da la circunstancia de que los cuasisatélites se acercan mucho a nuestro planeta una vez al año, a distancias mucho menores de cualquier otra cosa que no sea la propia Luna. De hecho, tienen el mismo periodo orbital que la Tierra y proporcionan una forma ideal de observar nuestro mundo desde un objeto natural, cercano y seguro. Además, según Benford, esta clase de coorbitales proporciona toda una serie de recursos que podrían ser muy útiles para los espías extraterrestres: materiales, energía solar constante, un firme asentamiento y, sobre todo, un lugar ideal para permanecer escondido.
Benford llama a estos hipotéticos dispositivos "lurkers" (mirones o fisgones). Un lurker, por lo tanto, es una sonda de observación oculta, desconocida y que ha logrado pasar totalmente inadvertida. Es posible que tras ella se oculten, o no, oscuras intenciones, según sean las motivaciones de los constructores. Y casi con toda seguridad, los lurkers serán robóticos, como lo son nuestras propias sondas de exploración, desde las Voyager a la New Horizons.

El objetivo
Los cuasisatélites, opina Benford, son objetos muy atractivos para las búsquedas del SETI debido a su proximidad. El investigador está convencido de que deberíamos investigar estos cuerpos cuanto antes, tanto en el espectro electromagnético de las microondas y la luz, como en el radar. Incluso podríamos visitarlos con sondas. Entre ellos, el objetivo más prometedor sería 2016 HO3, que es el cuasisatélite de la Tierra más pequeño, estable y cercano conocido hasta ahora. Por ahora, solo China ha anunciado su intención de enviar una sonda hasta allí.